La ubicación de Ampuero y otras villas, y la abundancia de los elementos necesarios para la industria del hierro produjo desde muy pronto la abundancia de fundiciones y martinetes junto a los márgenes del río Asón, utilizando como materia prima la vena de hierro abundante, el carbón vegetal y la fuerza hidráulica.
Los documentos medievales hablan ya de esta actividad, y recibieron en 1.335 del rey Alfonso XI el conocido Fuero de las Ferrerías que eximía a estos lugares del pago de la moneda forera y de otros pechos.
En la época moderna se documentan las ferrerías de Ampuero,y de Hoz de Marrón.
El más antiguo de los datos de la ferrería de Ampuero es la compra de una parte de la ferrería de las Colinas en 1.375 por el Camarero Mayor del Rey Pedro Fernández de Velasco y de la herrería y aceña de Bernales en el valle de Ampuero por este mismo personaje en 1.379.
Las dos ferrerías que existían en Ampuero en el siglo XVIII eran la ferrería del molino que en 1.723 se sacó en subasta, y la ferrería que se trató de construír en la Riera.
PPor otra parte, existía la ferrería llama de «Entrambosríos» que según los Ahedos era la única que desde tiempo inmemorial existía y tenía derecho a los carbones de los montes del concejo.
En las respuestas generales del Catastro de Ensenada (1.753) se recoge la existencia de la ferrería de Ampuero, que producía 700 quintales de vena hierro, propiedad de Juan de Isla y tambien el Catastro de Ensenada nos informa de las fábricas de martinetes y fraguas en Hoz de Marrón.