En 1994 se había comprobado la existencia de 144 megalitos catalogados en Cantabria, 131 de las cuales eran estructuras tumulares y dólmenes y 13 menhires. Los crómlechs son escasos en la región y en su mayoría fueron desclasificados como tales a finales del siglo XX.
Con estas cifras Cantabria se sitúa a la cola de sus regiones vecinas, demostrándose su baja densidad de arquitectura megalítica. Las últimas investigaciones atribuyen esta carencia a la falta de estudios y prospecciones y no a una falta real de estas manifestaciones prehistóricas.
El Alto de Lodos es una de las elevaciones (540 metros sobre el nivel del mar) que conforman la cuenca del Arroyo Remendón, que más adelante formará el Río Agüera. Se alza a 12 kms de la costa y desde su posición se domina ampliamente la franja costera y los valles a oriente, occidente y sur. A occidente del Alto de Lodos se abre el valle del río Rivahermosa, a su vez tributario del Asón. La elevación queda emplazada entre las cuencas del Asón y el Agüera. El entorno es muy rico en manantiales y fuentes. La cima del Alto de Lodos se dispone a modo de campa amplia y propicia para la actividad ganadera, así es hoy y así fue desde el V milenio a.c.
El menhir es parte de un conjunto megalítico que incluye con certeza un dolmen y otro menhir Hacia el norte del conjunto megalítico surge la forma del peñasco que da asiento a la Ermita de las Nieves, elevación muy característica y visible desde gran parte del oriente cántabro. Siguiendo hacia el norte se localiza la estación megalítica de Hayas-Alto de Guriezo, con dos menhires y diversos túmulos, la cual queda a medio camino entre Lodos y la costa de Laredo-Liendo.